El café es la segunda bebida más consumida después del agua, se estima que se consumen diariamente 2.250 millones de tazas de café en todo el mundo. Teniendo en cuenta la altísima prevalencia de hipertensión arterial en el mundo, esto ha puesto en controversia el consumo de café y el riesgo de hipertensión. Pero ¿es realmente peligroso el café cuando tienes la tensión alta?
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El café y sus compuestos principales
Debido a su gran popularidad diversos estudios han demostrado un efecto beneficioso en el consumo habitual y moderado del café en el sistema nervioso, digestivo, cardiovascular y renal.
Se han descubierto más de 1000 compuestos en el café. Los más caracterizados son la cafeína, el ácido clorogénico, la trigonelina, el kahweol, el cafestol, el ácido ferúlico y las melanoidinas. Se ha descubierto como todos estos compuestos tienen influencia en la regulación de la presión arterial.
Los estudios indican que el consumo moderado y habitual de café no aumenta, incluso puede reducir el riesgo de desarrollar hipertensión arterial.
Compuestos bioactivos en el café y su efecto en la presión arterial
La composición del café depende de muchos factores, entre ellos, el tipo de café, el método de producción y el método de preparación.
Aunque la composición exacta del café probablemente no la sepamos y aún hay compuestos que no se comprendan como actúan en el cuerpo, si que conocemos los efectos de los componentes principales del café (cafeína, ácido clorogénico, trigonelina, cafestol, kahweol y ácido ferúlico).
Los compuestos biológicamente activos del café tienen muchos mecanismos de acción.
La cafeína puede aumentar y disminuir la presión arterial. Cuando se realiza un consumo regular de 2-3 tazas de café al día se produce una tolerancia a la cafeína. Esa tolerancia explica la falta de efecto presor de la cafeína en personas que consumen café.
El ácido clorogénico, la trigonelina, las melanoidinas y el ácido ferúlico tienen efecto antihipertensivo. Por este motivo el café descafeinado tiene un efecto beneficioso en nuestra salud.
El efecto en la presión arterial del café también se ha relacionado con su efecto en la microbiota. El café se asocia positivamente con los niveles de Bacteroides en la microbiota intestinal. Los Bacteroides se asocian negativamente con la presión arterial, es decir, el consumo habitual de café puede reducir la presión arterial al aumentar los niveles de Bacteroides en la microbiota intestinal.
Durante los últimos años se han realizado muchos estudios y metanálisis sobre el café, la presión arterial y el riesgo de hipertensión dando como resultado que un consumo habitual de 2-3 tazas de café al día no altera el riesgo de hipertensión arterial en la mayoría de las personas. Por el contrario, un consumo ocasional de café sí que puede influir en la presión arterial aumentando el riesgo de hipertensión.
Conclusión
En resumen, el café contiene una gran cantidad de compuestos activos con efecto antihipertensivo, por tanto, el consumo moderado y regular del café (1-3 tazas/d) puede incluso reducir la presión arterial y el riesgo de hipertensión.
Incluso la Sociedad Europea de la hipertensión en un documento de consenso reconocen que el café puede ser beneficioso para el tratamiento de la hipertensión.
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